Años atrás la culpa era de "los infiltrados", ahora de los que "politizan los reclamos de la gente". Cuando Macri reprime y desaloja, todo el arco del gobierno nacional repudia, pero cuando le toca a Walter Barrionuevo, "no sabe, no contesta". La provincia destituye al ministro de gobierno, pero el accionar de la policía privada de la empresa y su poder en Jujuy y a nivel nacional creció y se consolidó desde las épocas de la dictadura.
Ledesma se escribe con sangre
Cuatro muertos, un hombre en coma profundo, más de 30 heridos, 10 mujeres y 12 hombres detenidos es el saldo de una violenta represión que trató de desocupar 15 de las 135 mil hectáreas que la familia Ledesma posee en Jujuy. “Una carnicería”, según define la abogada Mariana Vargas, en charla teléfonica con lavaca desde ese mismo predio de Libertador General San Martín que, media hora después, fue nuevamente ocupado por 300 familias. Las voces de fondo hacen saber que a las 21.30 de hoy, jueves, el lugar era sitio de protesta y resistencia. “Porque no queda otra. El tema es tan claro que no deja lugar a interpretaciones: esta gente no tiene opción”. Didáctica, la abogada describe por qué: “Imagínese un huevo frito. La yema es el pueblo y la clara, es Ledesma. Todo lo que nos rodea es de ellos. Entonces, si la gente no tiene dónde vivir o se va o tiene que ocupar”. Las cifras también son así de claras: “De las 135 mil hectáreas que Ledesma tiene en la provincia, solo produce caña de azúcar en 25 mil. Este predio tiene apenas 15 hectáreas. Para ellos no representa nada. O, mejor dicho, representa nada más ni nada menos, una sola cosa: de quién es este pueblo”.
Un conflicto con historia
El conflicto se desató hace tres años y, por entonces, se abrió una negociación “de la que fueron testigos la autoridades de la provincia”, aclara la abogada. Hubo, incluso, una oferta para comprar esas tierras, a la que Ledesma se negó. En tanto, avanzó la causa judicial. El juez Sammar firmó la orden de desalojo el pasado 22 de julio, cuando 700 familias decidieron re-ocupar, a la vista de que Ledesma no cumplía con las promesas de transferir esas tierras. Aún con la orden firmada, se había abierto un espacio de diálogo que fue roto sin aviso previo cuando a las 6 de la mañana de hoy, jueves 28, irrumpió la policía con gases lacrimógenos y disparos. “Acá hay de todo: gente que pertenece a la CCC (Corriente Clasista y Combativa), que es desocupada, pero también hay familiares de maestros y hasta de policías. El tema de la vivienda es tan grave que atraviesa a todo el pueblo y esto lo saben mejor que nadie.” No se refiere sólo a las autoridades provinciales, que conocen de cerca el tema desde hace 3 años. “Ledesma hace inteligencia y conoce a cada uno de los que reclama. Es como un Estado paralelo: funciona con su propia logística. Y ese Estado paralelo cuando lo necesita, hace trabajar al Estado formal para dejar en claro quién manda a quién. Esto fue una carnicería en nombre de la defensa de la propiedad privada”.
Mañana habrá una movilización en Jujuy hacia las oficinas de la empresa Ledesma. Reclamará la destitución del juez Sammas (”firmó la orden de desalojo y se fue de vacaciones”), la del jefe de policía (”Sabía que se estaba negociando y aún así ordenó la represión”) y la del ministro de Seguridad provincial.
Poco después de las 22, comenzaban a ser liberados los detenidos, 10 mujeres y 12 hombres, que la policía retuvo bajo la figura de “averiguación de antecedentes”. Algunos permanecían aun en el hospital, en su doble calidad: heridos y presos.